Avila

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Meseta Castellana
BIENVENIDO

30/4/08

Ante la ley
[Parábola: Texto completo]Franz Kafka


Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián, y solicita que le permita entrar en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no puede dejarlo entrar. El hombre reflexiona y pregunta si más tarde lo dejarán entrar.
-Tal vez -dice el centinela- pero no por ahora. La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián se hace a un lado, el hombre se inclina para espiar.
El guardián lo ve, se sonríe y le dice:
-Si tu deseo es tan grande haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo mirarlo siquiera.
El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre accesible para todos, piensa, pero al fijarse en el guardián, con su abrigo de pieles, su nariz grande y aguileña, su barba negra de tártaro, rala y negra, decide que le conviene más esperar. El guardián le da un escabel y le permite sentarse a un costado de la puerta. Allí espera días y años. Intenta infinitas veces entrar y fatiga al guardián con sus súplicas. Con frecuencia el guardián conversa brevemente con él, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y, finalmente siempre le repite que no puede dejarlo entrar. El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea, para sobornar al guardián.
Este acepta todo, en efecto, pero le dice:
-Lo acepto para que no creas que has omitido ningún esfuerzo.
Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la Ley. Maldice su mala suerte, durante los primeros años audazmente y en voz alta; más tarde, a medida que envejece, sólo murmura para sí. Retorna a la infancia, y como en su cuidadosa y larga contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel, también suplica a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián. Finalmente, su vista se debilita, y ya no sabe si realmente hay menos luz, o si sólo lo engañan sus ojos. Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor, que surge inextinguible de la puerta de la Ley. Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las experiencias de esos largos años se confunden en su mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha formulado. Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte comienza a endurecer su cuerpo. El guardián se ve obligado a agacharse mucho para hablar con él, porque la disparidad de estaturas entre ambos ha aumentado bastante con el tiempo, para desmedro del campesino.
-¿Qué quieres saber ahora? -pregunta el guardián-. Eres insaciable.
-Todos se esfuerzan por llegar a la Ley -dice el hombre-; ¿cómo es posible entonces que durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar?
El guardián comprende que el hombre está por morir, y para que sus desfallecientes sentidos perciban sus palabras, le dice junto al oído con voz atronadora: -Nadie podía pretenderlo porque esta entrada era solamente para ti. Ahora voy a cerrarla.
FIN

25/4/08

Encuentros.-

Con el recuerdo de tus ojos grandes, de tu forma de caminar tan peculiarmente tuya, algunas veces despacio, la mayoría diligente y apresurada; de tus vestidos informales y diversos, pensados para cada ocasión, como si cada una de ellas fuera distinta si casi siempre es idéntica, y la de hoy se parece a la de ayer y a la de casi todos los días, te imagino abandonando tu casa, temprano, oliendo tu pelo a lavanda y a rosas y tus labios al primer café de la mañana.

Y es que, en nuestras mutuas soledades, nos hemos cruzado tantas veces la mirada, la tuya al limite de iniciar o precluir una sonrisa, casi siempre indolente simulando indiferencia, la mía inquisitiva, atrevidamente interesada, hasta lograr aprisionarla en ocasiones y hacerla propia aunque tu no lo sepas y aun a pesar tuyo.

Y te sigo cada día, o apenas unos pasos por delante en ocasiones y en otras a tu vera, con la intención de acompasar mis latidos a los tuyos, los dos peregrinos comunes del mismo trayecto, solos, rodeados de los mismos rostros, las mismas rutinas, idénticos gestos y conjuros, hasta que, con todos mis interrogantes intactos ya tan cotidianos, desapareces en tus grandes almacenes donde, otra vez sola, entre tanta gente, me parece que expides quimeras a cambio de voluntades.

Y pienso que sigues solitaria a pesar de las palabras y las forzadas sonrisas sin que nadie te rescate del ingente agobio hasta el filo de mediodía que te detiene para restaurar los estragos del hambre y tu figura.

¿Puede extrañarte, acaso, que cada tarde buscando tu soledad me acerque a la playa, por sola, tan tuya, como si fueras parte de la misma, y quiera hacerte participe de la mía?

15/4/08

SOBRE LAS ARMAS DE DESTRUCCION MASIVA

.

"5.

Por fin han encontrado las armas de destrucción masiva. Las tenía el dictador ocultas en su propio cuerpo. Y sólo era una, cuidadosamente cosida a su estómago. Una cápsula de 1 cm3 unida a un micro mecanismo adjunto que podría ser activado por él mismo mediante un control remoto mental. En efecto, con tal de concentrarse precisamente en ese punto de su estómago, y dirigir ahí toda la fuerza de los pulmones e intestinos en virtud de una técnica adquirida por viejos métodos de respiración yoga, el citado micromecanismo se activaría soltando así un veneno que lo haría morir al instante. La destrucción masiva vendría dada por un efecto cascada: la oleada de inmolaciones en cadena que prevé el Corán Tipo-B para estos casos, a imagen y semenjanza de esa otra reacción en cadena que damos en llamar "nuclear". Cristianismo, budismo, islamismo y tecno-laicismo en un solo relámpago."
Nocilla Experience
Agustín Fernández Mallo

13/4/08

CUENTO CORTO


Polemistas[Cuento. Texto completo]
Luis Antuñano

Varios gauchos en la pulpería conversan sobre temas de escritura y de fonética. El santiagueño Albarracín no sabe leer ni escribir, pero supone que Cabrera ignora su analfabetismo; afirma que la palabra trara* no puede escribirse. Crisanto Cabrera, también analfabeto, sostiene que todo lo que se habla puede ser escrito.
-Pago la copa para todos -le dice el santiagueño- si escribe trara.
-Se la juego -contesta Cabrera; saca el cuchillo y con la punta traza unos garabatos en el piso de tierra.
De atrás se asoma el viejo Álvarez, mira el suelo y sentencia:
-Clarito, trara.
* Trara: Trípode de hierro

9/4/08


La salvación
[Cuento. Texto completo]
Adolfo Bioy Casares

Ésta es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa. "¿Cómo un ser tan ínfimo" -sin duda estaba pensando el tirano- "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?" Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. "Por humildes que sean" -dijo indicando al pájaro- "hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros".
FIN

7/4/08

EL HORIZONTE

El horizonte no existió hasta que una persona se interpuso entre él y el siguiente horizonte; la silueta humana vertical sobre la horizontal definió la primera encrucijada, el elemental cruce de caminos que persiguen el cocinero al tirar las croquetas al aceite hirviendo, 2 hombres de negocios que se estrechan la mano y cierran un trato, el matemático que ensaya un signo igual entre dos ecuaciones.
Hasta ese momento, el horizonte era atemporal, ingenuo y neutro, por eso los aviones, que carecen de él, cuando vuelan parece que no pesan y van derechos de una nada a otra nada, en un tiempo sin imagen en su correspondiente espacio, por eso las burbujas del agua mineral inauguran su propio horizonte en su ascender vertical hasta que el agua se congela y en estado fósil quedan atrapadas.
NOCILLA EXPERIENCE
Agustín Fernández Mallo

6/4/08

UNA MAÑANA DE INVIERNO IV

La habitación estaba en silencio. Los "lengüis" no se atrevian a salir de sus margaritas. En la margarita número uno, cinco "lengüis" jóvenes discutían acaloradamente:
- ¿Cómo una niña ha podido descubrir nuestro secreto?- dijo Poleo, un "lengüi" de doscientos años.
-Tendrá un abuelo que le cuenta historias. ¡Seguro!.- contestó Manzanilla, la más joven de los "lengüis" de aquella margarita.
-Ha besado las margaritas una a una, así que debe de ser buena gente.- siguió Tomillo
-¡No me fio! ¿Te acuerdas de lo que le pasó hace cien años al "lengüi" Diente de león?- dijo Hierbabuena
-Bueno, bueno, eran otros tiempos... - contestó Lavanda.
-!Cuenta, cuenta !- dijo Manzanilla
Cuando Lavanda se disponía a contar la historia una mosca enorme empezó a volar alrededor de la margarita.
-!Callaros!- dijo Poleo- Si la mosca nos descubre, no habrá "lengüi" que nos salve. Y recordad que hoy es día 6, día de la Luna nueva.
Mientras Licia, sentada en el sillón del abuelo, esperaba impaciente la llegada de la noche, mientras leía su cuento preferido a sus amigos.

4/4/08

¡¿ POR QUÉ LAS LUNAS?!

" El árbol de la luna"
Una noche una luna llena bajó a la tierra.
Cansada, se refugió en el hueco de un árbol seco en un jardín perdido.
Poco a poco del árbol crecieron ramas y de las ramas crecieron hojas de estrellas.
La luna decidió vivir en aquel árbol que había creado un cielo para ella.
Desde entonces siempre era una luna llena. Cuando parecía que iba a menguar, el árbol hacía crecer nuevas ramas y nuevas hojas de estrellas que llenaban la luna con sus cosquillas de luz y de risas.

Un día se acercó una niña. Miraba y miraba a aquel árbol de luna y de hojas de estrellas.
Y abrazó el árbol.
El árbol agradeció su abrazo con cuentos nacidos de cada estrella. La niña pasó toda la noche abrazada al árbol y guardando en lo más profundo de su corazón las historias contadas por hojas de
estrellas.
A la mañana siguiente encontró debajo de su cama un baúl lleno de historias por inventar.
Dolors 1.998
Siempre hay una luna para soñar...y una luna especial para quien quiera encontrarla.

UNA LUNA PARA JAVIER


El tesoro de Costa Rica descubierto por una luna en Abril
Pero no tengáis prisa, hijos míos, porque os diré que esa juventud que tanto os exaspera os convierte en los propietarios del mayor tesoro al que nunca, ningún viejo lobo de mar echo la zarpa. (Costa Rica- Jose Javier Ruiz)

2/4/08

2 DE ABRIL, DÍA DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL


Regresaré a la tierra para recordar los libros de mi infancia.Tal vez haya pensado en el polvo de estrellas que se posa sobre nuestros ojos cuando nos sentamos a leer durante una noche oscura. Siempre y cuando estemos leyendo un libro. Al fin de cuentas, podemos leer toda clase de cosas. Una cara humana, las líneas de la mano y las estrellas...
Las estrellas son los libros del cielo nocturno que iluminan la oscuridad.
por
Ján Uličiansky

UNA LUNA PARA AURELIO



Una luna que te invita a un vasito de vino tinto lunar para que se te olvide la jugada que te ha hecho tu ordenador.

UNA LUNA PARA GLORIA


Una luna de bienvenida para Gloria

UNA LUNA PARA TERE


Una luna ecologista para Tere