Avila

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Meseta Castellana
BIENVENIDO

4/1/11

MUJERES

Se lo dedico a Cecilia que fue quien me animó a escribir en el blog.

Es cierto, lo tengo pasusado desde hace tiempo. No lo abandono porque me gusta releer de vez en cuando las entradas. Disfruto leyendo lo que pensé en otros momentos.

Hace días que tengo en mente a varias mujeres cuya vida o personalidad me dejaron un recuerdo más allá de lo habitual:  Mileva Maric, Sonia Gandi, Salme (Emily Reute), Anita Delgado... Karen Blixen.

Me quedo, por ahora, con Mileva y Salme.

Mileva, creo, es una gran desconocida que llegó a mí a través de una biografía de A. Einstein. Quedé profundamente impresionada por su vida. Oculta, a la sombra de su marido, me resultó enigmática e interesante. Es quien más despierta mi curiosidad de todas ellas. Admiro su capacidad científica, su interés por las matemáticas y su resignación, aparente, con respecto a la persona con quien convivió durante unos años. Durante algún tiempo busqué información sobre ella, pero la sombra de Einstein es demasiado alargada y mujer-ciencia, en otros tiempos fue una combinación complicada.
Me pregunto, como tantos otros se han preguntado antes, si ella fue la verdadera autora de la Teoría de la Relatividad. Me gustaría pensar que no lo fue. Me gustaría pensar que la vida no fue tan injusta como para arrebatarle, también, ese "hijo".

Saber qué les tocó a otras mujeres, y cómo lo superaron, es algo que me atrae a menudo.

Emily Reute me fascinó por lo exótico de su origen y por la valentía de empezar una nueva vida en Alemania, lejos de su tierra. Hija del Sultán de Omar y Zanzíbar, Salme nació en 1844 y fue a vivir a Alemania al contraer matrimonio con un comerciante alemán en 1866. Relata, en sus memorias, una vida agradable, divertida, tranquila y llena de cariño en un harén.
Será porque me gusta lo exótico: la playa, la pimienta, la canela y la nuez moscada. Será porque no puedo imaginarme la vida en el harén si no es porque Emily describió la vida cotidiana con naturalidad, orgullosa de su mundo.
Por todo eso y porque admiro la fuerza y la decisión en las mujeres me agrada pensar en ello.